Las Luchas

Columna

Por: Carlos Ernesto Arteaga Turcotte

5 de Junio de 2020 a las 16:51

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Sin Razón Aparente:

Carlos Ernesto Arteaga Turcotte

5/marzo/2020

Esta es la primera columna que escribo para Sensor Informativo y francamente no podría estar más feliz de ello.

A continuación explicaré de manera breve quién soy y por qué me he decidido por el nombre “Sin Razón Aparente”

Me llamaron Carlos, como a uno de mis tíos que lamentablemente falleció mientras trataba de quitarle una pistola a un loco, Ernesto como mi mamá Ernestina, una mujer sumamente sensible y bueno el Arteaga Turcotte mero efecto de cientos de años de historias familiares que seguramente encuentran paralelismos con las de cientos de miles de nosotros. Nací, crecí y me desarrollé entre Ecatepec, Tepito, el Centro Histórico y también Ciudad Universitaria.

Sin Razón Aparente es el nombre de mi columna porque creo que estamos haciendo muchas cosas justo de esa manera “Sin Razón Aparente”, pero en parte la misión de cada una de mis entradas será encontrar algo que no está en las meras apariencias.

Es decir, juntos si me lo permites, trataremos de dilucidar por qué estamos haciendo lo que estamos haciendo como sociedad, para que una vez que entendamos las razones podamos tomar decisiones más conscientes.

Sé de antemano que el objetivo es extremadamente ambicioso, pero es que sin empresas grandes no podremos aspirar a grandes resultados.

En mi entrada de hoy, que por cierto será muy breve abordaré una noticia que le dio la vuelta al país después de la protesta motorizada que tuvo lugar en la Ciudad de México hace apenas unos días.

El suceso fue más o menos así, en un camión de pasajeros un hombre se asomó por la ventanilla para gritar a los automovilistas que estaban protestando contra el gobierno que en realidad los que movían al país eran los obreros, no ellos.

Claro está que el video iba a generar reacciones de lo más variadas y con las reacciones a su vez se generaron opiniones y esas opiniones posturas, a su vez esas posturas divisiones.

Seguro que a más de una persona le sonará el “Divide y vencerás”, entonces quizá deberíamos preguntarnos, ¿quién nos quiere divididos, y por qué nos quieren vencidos? Por qué entonces podríamos ver al fin al verdadero enemigo.

Y es que la fuerza laboral y personas con iniciativa y visión para los negocios no son polos opuestos, al contrario, se necesitan mutuamente, de otra manera nada tendría lugar, es así de fácil y sencillo.

Sin embargo podemos apreciar cómo cada vez hay una mayor polarización entre sectores de la clase media y el “pueblo bueno” como algunos actores lo llaman.

Repito, ¿a quién conviene esto?

Cerraría de la siguiente manera, en las luchas la gente sabe perfectamente que los astros del cuadrilátero pueden odiarse en el ring y ser compadres una vez que termina la función.

Al final todo es un espectáculo en el que ganan organizadores, patrocinadores, cerveceras, refresqueras, empresas de frituras y chunches, y si no se lesionan también los luchadores.

¡Es un negocio redondo!, ¿saben quiénes son los únicos que pueden perder? Los espectadores, si el calor del momento los hace pelearse entre ellos y crear un zafarrancho, tal que la función tenga que ser suspendida o los luchadores si en medio del teatro se calientan de más y se empiezan a lastimar de verdad.

A lo mejor nos conviene más ver quiénes son los promotores, organizadores, patrocinadores, etc, y analizar sus verdaderas intenciones, a lo mejor y somos luchadores o espectadores de ese espectáculo y no nos hemos dado cuenta…

Carlos es Licenciado en Ciencias de la Comunicación, especialista en mercadotecnia digital, maestro en psicología y por último un vago empedernido.

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