PEMEX, el gigante se apaga

Mariano ESPINOSA RAFFUL

Siempre hay otros

No me duelen los actos de la gente mala,

me duele la indiferencia de la gente buena.

Martín Luther King

Durante muchos años hemos seguido de cerca las actividades de la empresa productiva del estado; PEMEX, la cual antes se decía y hasta presumía que era de todos los mexicanos, pero simplemente era vender humo, publicidad, porque tenemos otros datos.

En 1979 conocimos las plataformas marinas en la Sonda de Campeche, no fue una aventura, sino 14 días en medio del mar, desde las cinco de la mañana subiéndonos a un helicóptero para ir a trabajar como ayudante general “chango”, como se nos denominaba, a una de las tantas plataformas, la Akal “J” recuerdo.

Posteriormente formé parte en la LX Legislatura federal en la Cámara de Diputados como Secretario Técnico de la Comisión del Daño Ecológico y Social generado por PEMEX, integrada por diez legisladores de las fracciones parlamentarias representadas ahí.

Nos tocó viajar a la Sonda de Campeche, en el incendio de la plataforma “Usumacinta”, fuimos testigos del control del incendio y posterior estabilización. Todo esto desde un barco de PEMEX, con las medidas de seguridad por supuesto.

Con estos antecedentes, y el seguimiento puntual en el sexenio de Felipe Calderón, para “concursar” varios estados, entre ellos Campeche, para hacerse de una refinería que se construiría, siendo Hidalgo donde se definió de hiciera, obra que no pasó de una barda perimetral, y cuyos costos nunca se dieron a conocer. Opacidad.

Ahora este primero de julio pasado, vimos como se hace una inauguración de la primera etapa de lo que podría ser, no sabemos porque será de acuerdo a los tiempos de los ingenieros petroleros, en 2026 cuando empiece a refinar, hoy no produce más que incrementos en los precios de los materiales, y peor aún en los dos años de pandemia, de 8 mil millones de dólares se ha ido a los 18 mil millones.

No estamos en sintonía con el medio ambiente, menos con las energías limpias, no hay un compromiso con las tendencias a irnos alejando de esa contaminación por el uso del carbón y los hidrocarburos, el 2030 en letra muerta para el actual gobierno federal.

Ayer miércoles 6 de julio, el Consejo de Administración de PEMEX, autorizó más recursos para la construcción de “Dos Bocas”, en Paraíso, Tabasco. El monto se desconoce, el acuerdo CA056/2022; instruyéndose a la administración de Pemex y Pemex Transformación Industrial, realizar las gestiones necesarias ante la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, para la ministración de los recursos “Correspondientes al impuesto al valor agregado (IVA) para el proyecto de la refinería.

En el acta del Consejo se eliminó el monto de inversión autorizado, cuando originalmente, lo subrayamos de nuevo era de 8 mil millones de dólares, reconociendo que se disparó más del doble.

No hay transparencia en el uso de los recursos públicos, en las tres obras insignias del actual sexenio morenista, el cual se está gastando también los remanentes del precio del petróleo de exportación, para contener el precio de las gasolinas, donde alcanzan ya los 25 pesos por litro en promedio entre la regular o magna y la Premium.

Pero para la seguridad de los trabajadores en las plataformas marinas no hay recursos, los nuevos dirigentes del Sindicato Nacional de la empresa, no les responden ni de esto, ni del congelamiento de las plazas, que deben liberarse, por la exigencia de mayor producción.

También las vacunas están agotadas no solo para la población abierta, como en Ciudad del Carmen, sino en los hospitales de PEMEX. Menos medicamentos, sin mantenimiento las instalaciones estratégicas, y seguimos leyendo que los accidentes son nombrados como incidentes.

Por más de 40 años la otrora paraestatal se asentó en la isla de Carmen, lo administrativo y las operaciones de construcción de estructuras para plataformas, con un notable daño al entorno ecológico de la Ciudad y su impacto social, que no ha sido compensado, y vaya que han extraído millones barriles de petróleo de la Sonsa de Campeche.